Teror

Teror es un pueblo pequeño, uno de los más bellos y bien cuidados de las medianías grancanarias. Las casonas señoriales que se pueden ver en el casco histórico son de los siglos XVI y XVII y llaman la atención por sus vibrantes colores y sus impresionantes balcones de madera y piedra.

Las calles pavimentadas con cantos rodados nos llevan directamente a la Basílica de Nuestra Señora del Pino, donde se encuentra la venerada estatua de la Virgen María. La “Virgen del Pino” fue siempre muy importante entre los isleños, por lo que, en el año 1914, el Papa Pío XII la nombró protectora de Teror y de toda Gran Canaria. Cada año, el 9 de septiembre, los creyentes se dirigen en peregrinaje y desde distintos puntos de la isla para ver a la Virgen.

En la Plaza del Pino, delante de la Basílica, se abre un mercadillo que atrae miles de personas cada domingo. Entre otras cosas, aquí se puede degustar el famoso chorizo de Teror.

En la línea diagonal de la basílica se encuentra el edificio de la Casa-Museo de los Patrones de la Virgen, que representan la vida de la estirpe aristocrática de los Manrique de Lara. En el museo hay antiguas fotos, armas, muebles entre los que se encuentra la cama en la que durmió el rey Alfonso XIII durante su visita en 1906. Vale la pena visitar el museo, aunque solo sea para ver una preciosa y restaurada casa con un magnífico patio interior al estilo más colonial.